EL APARATO DIGESTIVO VERTEBRADO
(humano)
Consta de un tubo digestivo con glándulas digestivas. Estas
pueden estar dentro del tubo (mucosa
gástrica) o fuera del tubo (glándulas
anejas: glándulas salivales, páncreas, hígado…).
El tubo digestivo comienza con la boca, limitada por los
labios. Esta tiene un órgano musculoso, la lengua,
que mezcla los alimentos y en la que reside el sentido del gusto. También están
los dientes que cortan, trituran y
machacan los alimentos, insertos en los alveolos de la mandíbula.
En la boca se vierten las glándulas salivales para la insalivación de los alimentos. La
saliva esta formada por del 98% de agua (disuelve alimentos para captar el
sabor). “La boca se nos hace agua”. También
contiene mucina, que es una proteína
viscosa que favorece la deglución (tragar) y amilasa, enzima de la digestión del almidón. La cizosina es un enzima que rompe la
pared celular bacteriana.
Finalizada la insalivación se forma el bolo alimenticio que, impulsado por la lengua pasa a la faringe;
esto es la deglución. La deglución
es un reflejo.
Entonces pasa el alimento a la faringe, que es un órgano musculoso que tiene parte digestiva, ya
que comunica con el esófago y la boca; y parte respiratoria que comunica con
nariz, ojos, oídos y laringe.
La comunicación de la faringe y la laringe se cierra con la epiglotis, para evitar el paso de los
alimentos al aparato respiratorio; o tragamos o respiramos. El reflejo de la
tos se produce cuando nos atragantamos.
Aquí se encuentran también las amígdalas.
Tras la faringe, viene el esófago; que es un tubo musculoso (dos capas musculares,
longitudinales y transversales) de 25 cm, cuyos movimientos peristálticos, impulsan
el bolo y abren el cardias (válvula
de entrada del estomago).
El estomago es un
ensanchamiento del tubo digestivo. Tiene forma de J y una capacidad de 2L. Esta
tapizado por una mucosa en la que se alternan células secretoras de mucus y glándulas pepsicas, que segregan el jugo gástrico.
Aquí se realiza la digestión gástrica mediante acciones mecánicas:
movimientos peristálticos (por su musculatura), que producen un batido de los
alimentos para formar una masa homogénea, que se mezcla con el jugo gástrico;
formado por acido clorhídrico, que produce el PH acido que es el que necesita
para el funcionamiento de las enzimas. La pepsina comienza la digestión de
proteínas mientras que continúa en el estomago la digestión del almidón.
El mucus protege
la delicada mucosa del jugo gástrico (lactantes tienen renina (proteína), que reduce
la coagulación de la leche y facilita su digestión).
La acción del acido clorhídrico (acido muy fuerte), hace que
los alimentos formen una papilla; el quimo,
que va pasando a intervalos al intestino por la apertura del píloro.
El intestino delgado,
que mide de 6 a 7 metros, siendo los primeros 25cm el duodeno, mientras que el resto es el yeyunoileon.
Este tiene muchas asas (curvas) que terminan en la válvula ileocecal, que comunica el intestino
delgado con el intestino grueso. En el duodeno desembocan los conductos
procedentes del hígado y del páncreas.
El intestino delgado se caracteriza porque tiene mucha
superficie para favorecer la absorción
de los nutrientes. Este presenta unas prolongaciones del tubo hacia la luz, válvulas conniventes, con repliegues
que son vellosidades intestinales
(por donde penetran vasos sanguíneos y linfáticos), tapizadadas de una mucosa
donde se alternan células secretoras de
mucus y del jugo intestinal con células absorbentes, que tienen una
gran superficie con repliegues de su membrana hacia la luz del tubo que son, microvellosidades intestinales, a
través de las cuales, la mayoría de los nutrientes llegan a la sangre.
En el intestino ocurre la mayor parte de la absorción, ya
que al duodeno llega un conducto del páncreas (jugo pancreático), el jugo intestinal y otro conducto del hígado.
El jugo pancreático esta
formado de carbonato sódico (NaCO3H + iones). Además hay una serie de enzimas
digestivos que son, amilasa, peptidasa,
cipasa y nucleasa.
El jugo intestinal esta formado por los mismos enzimas del
jugo pancreático, excepto la amilasa, que es sustituida por disacaridasa.
Aquí es donde ocurre la conversión de polímero en monómeros;
la digestión. Cuando el quimo (acido)
entra en el duodeno se encuentra con el jugo pancreático (carbonato sódico),
que neutraliza la acidez del quimo y lo hace básico, que es como lo necesitan
las enzimas de los jugos digestivos.
El quimo también se encuentra con la bilis (secreción del hígado), que se acumula en la vesícula biliar
y es vertida al duodeno.
La bilis esta formada por pigmentos (del metabolismo de la
hemoglobina de los glóbulos rojos) y sales biliares que serán reabsorbidas. La
bilis tiene la función de estabilizar la emulsión de los lípidos. Tras este
proceso el quimo se convierte en quilo [H2O,
monómeros (digestión), sales minerales y restos indigeribles).
De este quilo; el agua, los monómeros y las sales minerales
serán reabsorbidas a través de las células con microvellosidades y de estas a
la capa mucosa de vasos sanguíneos linfáticos que los separa de la sangre.
Los monómeros pasan por transporte activo (muchas
mitocondrias) y el agua y las sales minerales pasan por difusión simple o facilitada.
La difusión simple ocurre a través de la membrana plasmática
apolar: por difusión simple los lípidos pueden atravesar; pero las sustancias polares no (H2O y sales),
pero la membrana plasmática presenta unos canales iónicos/acuosos que pasan por
difusión facilitada.
El intestino grueso es
más grueso que el delgado y mucho mas corto. Solo mide 1,5m. Comienza en la válvula ileocecal, luego tiene un
divertículo o ciego, seguido por el colon, el recto y el ano. Cuando
el “quilo no absorbido” entra debido a los movimientos peristálticos, queda
agua y restos indigeribles. Esta agua se deshidrata de los restos indigeribles,
formándose heces fecales, que se van
haciendo más densas. Aquí se encuentra la “flora”
intestinal, que son bacterias asociadas en simbiosis (por restos
indigeribles que fermentan) y fabrican vitaminas, antibióticos, nos defienden y
producen gases y olores.
Las heces fecales se acumulan y salen periódicamente por el ano, llamado defecación o egestión. ,
gracias a los movimientos peristálticos (retortijones). Se produce por más
compresión de la musculatura abdominal a través del esfínter anal.
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